Cómo proteger nuestra salud mental
28/12/23
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada ocho personas sufren algún tipo de trastorno salud mental. Una circunstancia que se agravó y se manifiesta desde la pandemia del virus Covid-19. Desde entonces, la depresión y la ansiedad aumentaron un 27,6% y un 25,6% respectivamente en la población.
Un problema de salud mental es una alteración emocional, cognitiva y/o del comportamiento que afecta a las emociones, motivación, conducta, percepciones, capacidades cognitivas y de aprendizaje del paciente y que, a veces, puede provocar discapacidad.
Aunque la prevalencia de los trastornos mentales varía en función del sexo y la edad, los más frecuentes en hombres y en mujeres, son la ansiedad y la depresión.
Otros trastornos comunes son: trastornos alimenticios, como la anorexia y/o la bulimia; trastornos de la personalidad, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el trastorno de conducta o el estrés postraumático; y trastornos psicóticos como la esquizofrenia.
Priorizar y mantener una buena salud mental no solo significa la ausencia de trastornos mentales, sino el ser capaces de relacionarnos, desenvolvernos, afrontar dificultades y prosperar adecuadamente. La salud mental abarca el bienestar emocional, psicológico y social del paciente; y es fundamental para su desarrollo personal, social, familiar y económico.
¿Cómo podemos cuidar nuestra salud mental?
Lleva un estilo de vida saludable
Realizar ejercicio físico de manera regular, si es posible, al aire libre, ayudará a mantener elevando nuestro estado de ánimo. Así mismo, aliméntate de manera equilibrada y variada, no te olvides de beber suficiente agua y trata de evitar la cafeína y el alcohol.
Cuida la calidad del sueño
El descanso reparador es crucial para nuestro cuerpo, organismo y emociones. Establece un horario regular del sueño e intenta dormir ocho horas diarias. Evita las siestas largas durante el día y reduce la exposición a la luz azul de pantallas y dispositivos antes de irte a dormir.
Mantén la mente ocupada
Practica tus aficiones favoritas o aprende otras nuevas, ya sea en solitario o en compañía de otras personas. Procura interesarte por tu entorno e involucrarte en el día a día de las personas que te rodean. Lleva a cabo regularmente actividades que estimulen tu felicidad.
Experimenta todas las emociones
Una óptima salud mental no significa estar siempre contento, es importante que exista un correcto equilibrio de emociones; saber controlarlas y adecuarnos a todas ellas será favorable para nuestro bienestar emocional.
Agradece tu felicidad
Escribir ayuda a recordar los buenos momentos, escribe una lista o repite mentalmente las cosas de la vida por las que te sientas agradecido y recuerda experiencias positivas que te hayan aportado felicidad.
Establece metas y prioridades
Fija objetivos que quieras alcanzar a corto y largo plazo. Aprende a descartar tareas si empiezas a sentirte sobrepasado y felicítate por todo lo que logras cada día.
Gestiona el estrés
Analiza los problemas de manera lógica. Define tus dificultades y haz una lista de posibles soluciones; evalúalas para saber las ventajas y las desventajas de cada una de ellas. Esto te ayudará a afronta las situaciones difíciles con calma y tranquilidad.
Relaciónate con otras personas
Mantén el contacto con otras personas, ya que socializar y comunicarnos con nuestro entorno contribuye a aumentar el bienestar emocional.
Haz planes de relajación
Asigna un espacio diario al ocio y al descanso; practica de manera regular actividades de relajación y meditación. Estas actividades te ayudarán a neutralizar la activación fisiológica del organismo que produce estrés y te proporcionará un mayor control de las emociones. Reducir el tiempo que dedicas a los dispositivos electrónicos también puede ser beneficioso.
Pide ayuda cuando lo necesites
Si no te sientes bien, es muy importante acudir a un profesional de la salud mental, que podrá ayudarte a identificar el problema y ofrecerte una posible solución.